Abstract
José Bolivar inicia su artículo con la censura en Colombia del documental No hubo tiempo para la tristeza, que retrata el conflicto armado del país; parte de esta mención para hablar de la creciente violencia que está sufriendo Colombia y cómo ni la institución ni la ciudadanía se preocupan por visibilizarla. Apunta que el estado le resta importancia a los procesos de la memoria, que son tan necesarios para vivir un duelo, crear lenguajes para contar lo padecido y sanar. Insiste en lo importante que es no olvidar y difundir las acciones violentas que suceden dentro del país.