Resumen
“El ascenso es el sueño vigente de los hombres, pero en dicha tentativa radica una prohibición mitológica: nadie debe subir, nadie debe pretender superar los límites de la razón práctica. Pero deseamos subir, y el anhelo de ver y ser como los dioses edificó la torre de Nimrod. La confusión fue el precio. Nadie resiste la revelación que busca”.