Resumen
En este texto, Antonio Pérez González, Ñiko, nos transmite su admiración hacia Germán Cueto y expone todo aquello que lo convirtió en un artista único: la búsqueda de lo diferente, el empeño de no repetirse, su entera dedicación, su capacidad de convertir lo habitual en imágenes diferentes y el uso de materiales que no tenían lugar en el arte de su tiempo.