Abstract
"...Durante mi aprendizaje he cometido imprudencias. La primera que recuerdo es mentarle la madre por la espalda a uno de mis padres en la primaria; afortunadamente quien se dio cuenta, uno de mis abuelos, de quien no esperaba
clemencia, no me denunció. Me explico el suceso diciendo que con frecuencia los diálogos por la espalda entre débiles y fuertes aparecen cuando los primeros sienten que algo es injusto o que no pueden presentar su opinión libremente
ante los segundos."