Resumen
"'No todo lo difícil es estimulante', me decía mientras revisaba otro artículo académico para mi investigación. Y no es precisamente que me rebele contra Lezama Lima o que, de algún extraño modo, nos haya mentido. Es solo que pensaba, mientras intentaba descifrar otro oscuro pasaje de la redacción y la lengua española, que la dificultad por la dificultad, el extrañamiento y la deformación barroca por sí mismas, vacías, o que buscan encubrir, con algo de suerte, un par de ideas brillantes –solo algunas– terminan por agotar, por contra-estimular. Y lo que es peor, por aburrir".