Resumen
“Me levanté muy temprano. Yo, nervioso por temperamento, lo estaba más. Me vi obligado a aceptar que el hermano de mi subordinado, cónsul en Chicago, me transportara al aeropuerto. Yo iría a tomar posesión de mi puesto en esa ciudad, o sea el de cónsul general. Llegaría a mi destino debiéndole un favor a quien no conocía, salvo por el nombre.”