Resumen
"Advertencia al lector: Reconozco mi afición por la impertinencia. Sé que no es una virtud si no un mal rasgo de mi personalidad. Confieso que me entrego con facilidad e incluso disfruto intervenir, inoportunamente, en medio de la comida, de la sobremesa y en la conversación de media tarde en el café, con alguna anécdota o historia tremendista, soez y, en algunos casos, ofensiva."