Abstract
"Desesperados por mis achaques, mis padres me mandaron con dos tías, hermanas de mi madre, a la capital. Fue en el año de 1930. Paramos en la casa de la tía Otilia, hermana de mi abuelita. Vivía en la calle de Durango, enfrente de la Plaza de Toros. Algún taurófilo podría dar los nombres de los toreros famosos en aquel entonces."