Resumen
"Esa es la vocación que me ha tocado en suerte, una especie de anfitrión en esta ciudad a la que viene a parar mucha gente confundida. El café, preparar café, apenas ha sido un pretexto para poder conectar con tanta gente que necesita ser escuchada, que requiere un rostro amable, una sonrisa de complicidad, una presencia que diga: “no me importa quién eres, aqu. tienes la oportunidad de ser alguien nuevo” y cerrar ese pacto sacramental con una taza de café caliente."