Resumen
<<“Allá, antes, había un río y podías ver animales salvajes corriendo por el pastizal”, me dice el padre Isaías, señalando con su largo brazo una fábrica de cemento con letras chinas grabadas en la parte frontal de la gran construcción, que tapa las exuberantes montañas con su gran figura, y la humareda que sale de sus chimeneas.>>